By Nefi Lara
Breathing a breath of fresh air is wonderful. Nature has a range of colors, smells, and textures to offer us. In all its immensity, it is capable of sheltering more than a million life forms and birthing the existence of these animal and floral species. However, with the evolution of humans, the work of mother nature has been destroyed. Replaced by cement, plastic and other systems, we have built artifacts that improve the way of life of humanity. It's amazing how nature can react to its destruction. Although it seems illogical, it is as if mother earth had to develop a deadly virus that would paralyze humanity in order to heal itself.
In 2019, no encouraging news was reported regarding the environment, and everything pointed to an inevitable extinction. However, by the beginning of 2020 a virus unexpectedly paralyzed the world. The agony, the pain, and the suffering that we felt took center stage in the world while we were locked up. From one moment to another, the big cities, and the small ones, were all desolate as if people never existed. For the first time one could hear the birds flying and singing. They were always there, but noise pollution prevented us from hearing them. A near three months without going out, and little or no use of cars, was enough for nature to rest from the mistreatment we had given it. This is the exact reason why we need more nature reserves in our world.
The environmental sector has made an effort to combat the problems we face and this effort has not been in vain. Natural reserves have been created all over the planet and they exist in order to protect the specific area and species that coexist in it. “According to scientists from the IUCN and the UNEP Environmental Conservation Monitoring Center, there are currently 202,467 protected areas in the world, covering almost 20 million km2 or 14.7% of the planet's land, excluding Antarctica. We are not far from the 17% target set for 2020 by the Convention on Biological Diversity in the Aichi Biodiversity Targets.” (IUCN, 2016) In Ecuador there are eleven national parks for the conservation of the environment. These are:
Cayambe Coca
Cotopaxi
Galápagos
Llanganates
Machalilla
Podocarpus
Sangay
Sumaco
Yasuni
Yacuri
El Cajas
The official government website of Ecuador (Ministry of Environment, Water and Ecological Transition) states that, “National Parks in Ecuador aims to accomplish the following conservation objectives”:
1: Ecosystem protection
2: Species protection
3: Natural resource management
4: Management of cultural resources
5: Research Facilitation
6: Provide tourism alternatives
It is of utmost importance to establish habits that are aligned with environmental objectives. These include replacing disposable utensils with reusable ones, reducing the use of disposable plastic, recycling our garbage and becoming more familiar with the color codes that environmental professionals use to avoid contamination. Nobody is perfect, but small acts make a big difference. Loving nature and enjoying its beauty has a cost that cannot be bought with money. Rather, it requires us to examine and change our behaviors in order to reap the benefits.
Climate change has impacted our lives significantly in many ways. We experience times of intense heat and others of extreme cold, and these weather phenomena cannot be controlled. This is a clear example that nature is demanding that we make a change if we want to continue existing as a species. The pandemic, infernal heat, disasters and more have shown us what nature is capable of continuing to do, with or without us. Imagining our earth as someone to take care of is a good way to immerse ourselves in reflection and rise up to take small steps with a big impact.
In Manta there are a few youth organizations such as JCI, Mingas por el Mar, and Jóvenes de Otro Planeta who raise awareness about the environment. They organize cleaning and training days in order to educate and get the community involved. It is safe to say that the actions and intentions of these guys are convincing Mother Earth to give up the idea of completely eradicating us as a species. Without a doubt, this generation gives me hope because no other in the past has done what these youth are doing today.
SPANISH VERSION
Respirar pureza, es maravilloso. La naturaleza tiene una gama de colores, olores, texturas que ofrecer. En toda su inmensidad, es capaz de cobijar a más de millones de formas de vida. Mantener un orden en la existencia de estas especies animales y florales. Sin embargo, con el crecimiento habitacional y evolutivo del ser humano esta se ha visto disminuida. Reemplazada por cemento, plástico y otros sistemas; que nacieron del intelecto y habilidad para construir artefactos que mejoran el estilo de vida de la humanidad. Es impresionante como la naturaleza puede reaccionar ante su destrucción. Aunque pareciera ilógico, tuvo que desarrollar un virus mortal que paralizara a la humanidad. Para que la Madre Tierra pueda sanar y purificarse.
En 2019 se reportaban noticias nada alentadoras en cuanto al medio ambiente y todo apuntaba a un extinción inevitable. Sin embargo, para inicios del 2020 un virus inesperadamente paralizó el mundo. La agonía, el dolor, el sufrimiento tomaron protagonismo en el mundo por lo que estuvimos encerrados. De un momento a otro, las grandes ciudades y las pequeñas también estuvieron desoladas como si las personas nunca existieron. Por primera vez se escuchaban volar y cantar a las aves. O al menos siempre estuvieron allí, pero la contaminación auditiva nos privaba de escucharlas. Solo con 3 meses de estar sin salir y el poco o nulo uso de los autos, fue suficiente para que la naturaleza descansara de los malos tratos que le hemos dado. Por eso en este artículo te presento la importancia de las Reservas Naturales y su impacto en el Mundo.
Los esfuerzos realizados por los sectores ambientales no han sido en vano. Ya que existen reservas naturales por todo el planeta. Estas reservas tienen el objetivo de proteger esa parte del globo terráqueo y las especies que conviven en esta. “Según los científicos de la UICN y del Centro de Monitoreo de la Conservación Ambiental del PNUMA, hay actualmente en el mundo 202.467 áreas protegidas, que cubren casi 20 millones de km2 o el 14,7% de las tierras del planeta, con exclusión de la Antártida. No estamos lejos del objetivo del 17% fijado para 2020 por el Convenio sobre la Diversidad Biológica en las Metas de Aichi para la Biodiversidad.” (UICN, 2016) En el Ecuador existen once parques nacionales para la conservación del ambiente. Estos son:
Cayambe Coca
Cotopaxi
Galápagos
Llanganates
Machalilla
Podocarpus
Sangay
Sumaco
Yasuni
Yacuri
El Cajas
El sitio web oficial del Gobierno del Ecuador (Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, s.f.) afirma que:
“un Parque Nacional en el Ecuador cumple los siguientes objetivos de Conservación:
1: Protección de ecosistemas
2: Protección de especies
3: Manejo de recursos naturales
4: Manejo de recursos culturales
5: Facilitación de investigación
6: Brindar alternativas de turismo”
Es de suma importancia establecer hábitos que estén alineados con los objetivos ambientales. Reemplazar utensilios descartables por reusables. Reducir el consumo de plástico desechable. Clasificar la basura y familiarizarse con los códigos de color que profesionales de ambiente usan para no contaminar. Es difícil lograrlo por completo pero pequeños actos hacen una gran diferencia. El amar a la naturaleza y disfrutar de su belleza tiene un costo que no se traduce a dinero. Más bien se enfoca en ajustar algunos comportamientos de consumo.
El cambio climático ha impactado nuestras vidas que existen épocas de calor intenso y otras de frío extremo. Estos fenómenos meteorológicos no se pueden controlar. Es un ejemplo claro de que la naturaleza nos está reclamando que la cuidemos, si queremos seguir existiendo como especie. Con la pandemia, los calores infernales, los desastres, nos ha demostrado de lo que es capaz para continuar con o sin nosotros. La personificación de nuestra Tierra es una buena manera de sumergirnos a la reflexión y levantarnos para hacer pequeños pasos con un gran impacto.
En Manta existen organizaciones juveniles como la JCI, Mingas por el Mar, Jóvenes de Otro Planeta que aman a la naturaleza. Estos organizan jornadas de limpieza y capacitación a favor del ambiente. Sin duda alguna esta generación hay algo de esperanza porque ninguna otra en el pasado, han hecho lo que hoy esta juventud están haciendo. Se puede asegurar que las acciones e intenciones de estos chicos están convenciendo a la Madre Tierra de desistir de la Idea de erradicarnos por completo como especie.